Cerca de un prado hermoso, junto a una laguna color de los ojos de mi abuela, crecí y aprendí jugando. Jugaba con las nubes y sus ochenta mil formas: osos, lobos, magos, palacios, etc. Jugaba con mis amigos compitiendo con el eco a quién ríe más. Estudié en una escuelita pequeña. El primer día que llegó la maestra, nos sonrió, y nos dijo: "Niños, estamos aquí para divertirnos y reír mucho." Así aprendí a reír, aunque a veces también lloraba, pero la escuela era un lugar en la que aprendía a vivir y estaba a gusto allí. La maestra nos enseñó que nuestra gran escuela era el mundo, así nos creíamos seres sin fronteras.
Cuando acabé la secundaria, un maestro, de rostro serio, dijo: "el gran examen no es de esta asignatura, sino lo tendrán que dar en la misma vida, y yo espero que aprueben." Así aprendí a ser serio, a veces... porque también hay que serlo a veces...no todo la vida...
Así aprendí jugando... divertiéndome...los maestros ponían lo mejor de ellos...ya sea su sonrisa o su seriedad...
Hoy hay muchas más posibilidades de aprender haciendo, aprender construyendo... Usemos las TICs para que nuestros niños, adolescentes sean felices...y... aprendan a reír, a dar la mano al necesitado...a ser gratos con los demás... Y el modo de enseñarles a ser felices y reír, es riendo y siendo felices nosotros... estando a gusto con los que hacemos...incluso siendo serios pero haciéndoles saber que nos interesan...
Un abrazo... gracias Verónica por el espacio.
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