Cuando llegó la primavera,
el prado se llenó de lindos colores y preciosas flores, todas se sentían muy orgullosas de su apariencia,
todas menos la rosa Rosy, porque aún no brotaba, y todas se burlaban
de ella y decían que ella era la más fea. Pero a pesar de eso, ella tenía un
corazón muy bueno y bondadoso.
Esa noche convocaron a un concurso
para ver quién era la flor más bonita y la pequeña rosa quería participar. Todas
las flores se preparaban para la tan esperada noche. Y en el concurso algo
increíble ocurrió, el botoncito de rosa brotó y se convirtió en la más bella y
elegante, todas las demás flores se quedaron sorprendidas al verla.
Todos los jurados
por decisión unánime eligieron a la rosita como la más bella flor del prado. Y
todas las flores que alguna vez se burlaron de ella le pidieron disculpas. Y le
dijeron que la apariencia no es lo que se debe ver primero, sino el gran
corazón que ella tenía.
Autora: Milagros Quispe Cuéllar
Edad: 11 años
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